jueves, 1 de octubre de 2020

Oda al No te iras

 

Oda Al No Te Irás


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Fuente
La vida y el río... El río corre como en franca persecución, pero ¿de quién huye? Nada detiene su diario andar… Dando vida, va a su paso, refrescando cada trazo… ¿Quién le espera? ¿Por qué la prisa? Es que su vida es muy corta… Un día, es río… Otro, mar… Otro, nubes... Otro, lluvia… Pero, siempre pareciera que, así esté en cualquiera de los roles ya descritos, siempre nos acompañarán las gotas, las nubes, los ríos y mares…

"Nos bañamos en el mismo río… Más no, en la misma agua”. El agua, pasó… El río, quedó… Es como si, de alguna manera, nos comparamos al río y al agua. El río, la vida… El agua, nuestra vida… Venimos a ella, cumpliendo una misión de vida. Y seguimos adelante, corriendo a la siguiente fase… Quién sabe a dónde… Quién sabe cuánto...

A diferencia del río y del agua, los pensantes, hacemos un alto de vez en cuando… Y al hacer un inventario notamos que, en el camino, regamos de nosotros cuántos campos, cuántas cosechas, cuántos frutos cosechados… Nuestro pasar, deja huellas, surcos, caminos… El tiempo, pasó corriendo… Pero, el fruto, lo dejamos… Quedando abierto el camino para todo el que entendió que somos su antepasado, nueva agua vendrá a este río de vida, correrá como en el pasado, porque la vida es muy corta y ya estamos jubilados…

Nos iremos de este río… En qué forma lo ignoramos… Pero, estaremos muy cerca… No crean que nos alejáremos… Siempre estaremos pendientes porque el corazón mismo, en nuestro paso, dejamos. No estaremos en el río, campo… pero nunca te dejamos.


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viernes, 14 de agosto de 2020

Cuenta Regrersiva

 

CUENTA REGRESIVA


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FUENTE

Los días pasan y la amenaza del ya no estarás aquí tan cerca,
acrecentando lo desesperante de lo inevitable.
No te veré como cerca, aunque estés a pocos pasos del ya vengo.

¿Qué pasará con la llama viva que nos calienta el alma
cuando el frío solo de la soledad, nos torture cual verdugo
inmisericorde y vengativo?

Y te irás llevando todo,
dejando poco a mi entender,
un corazón sin su aliento,
unos ojos enrojecidos por cada lágrima que sale sigilosa y veloz,
cual prisioneros amando y conquistando la añorada libertad…

Abandonas los oídos que enamoras sin proponerte,
en cada frase pronunciada,
en cada risa desnuda y traviesa…

Con cada te amo que se escribe, más se escucha con el alma…
Unos brazos que por sentir tu piel mueren,
por decirte con su calorcito,
rodeándote completita, aquí estoy no desesperes

Un corazón que está lleno de te amos, te quieros, te extraños, te necesito
y no estás para bañarte en ellos y con ellos…
Un alma que se siente tan unida a ti y a lo que eres y significas para ella…
Y qué te diré de mi vida,
podría apagarse al no poder ir de ti en pos…

¿Te vas? No te lleves los recuerdos,
sácalos de tu equipaje,
son muy grandes y mucho peso…

Al menos, déjalos que me acompañen para intentar revivir y continuar viviendo, recordando los momentos, azules contigo o grises sin ti…

Pero, no se cansarán y por siempre los tendrás mirando hacia lo infinito,
esperando tu ya negado regreso…

¿Te vas? No te pido que me lleves...

Lo que soy lo dejo al tiempo…
lo que era cuando estabas,
lo que soy cuando estás lejos...


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martes, 4 de agosto de 2020

Amaneció Recuerdo

Amaneció Recuerdo


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FUENTE

Amanece y un nuevo día viene pegado en el amanecer.
Pero, también, el sol amarillo viene en ello, cual tercer hermano...
Debo decir que el pensamiento en mis adentros, como continuación de un sueño, se presenta sin anuncio...
Un te pienso se me escapa del pecho apretado, para colearse en la fila de primero. Un te pienso de colores vivos y alegres, sonrisas amplias y seguras, miradas profundas de contemplación angelical…
¿Quién pensaría que “un te pienso” se convirtiera en el protagonista de un nuevo despertar? Un* te pienso* que sube la mirada al cielo, teniendo como cómplice a la sonrisa bonita y franca, al suspiro insospechado, al cosquilleo interior, al deseo de verte aquí para regalarte, hoy día, cada naciente día...
¿Lo malo? No estás para regalártelo presuroso. ¿Lo bueno? Se lo entrego a tu recuerdo, porque es quien conmigo se despierta, después de acostarse al lado frío, de mi amplia cama...